
Llevar un casco o contratar un seguro de esquí o snowboard no es obligatorio en una estación, pero cada vez resulta más necesario contar con ambos cuando entramos en un dominio esquiable. Los esquiadores, al igual que los conductores de cualquier tipo de vehículo, somos cada vez más precavidos. Donde hay velocidad, hay riesgo, y, si hay riesgo, es fundamental estar preparados.
Muchos recordarán que, a principios de los años 80, no era obligatorio llevar casco para conducir una motocicleta. Hoy nos parece algo impensable. De forma similar, en los inicios de los años 2000, pocos llevaban casco para esquiar o hacer snowboard. Ahora es raro ver a alguien sin él. Y lo mismo está ocurriendo con los seguros.
En cuanto a los seguros, todos sabemos que existen muchas opciones con diferentes coberturas y prestaciones. Cada año solemos debatir con nuestro corredor o gestor de seguros sobre qué necesitamos: ¿solo robos y daños a terceros? ¿A todo riesgo? ¿Con franquicia alta o baja? Y un largo etcétera. En los deportes de nieve, sucede algo similar.

La importancia de un seguro en la nieve 596g2q
La necesidad de un seguro para esquí o snowboard se entiende rápidamente al analizar diversas situaciones. Por ejemplo, ¿qué ocurre si, al desequilibrarnos en una pista roja con nieve dura, sufrimos una caída que nos deja una muñeca lesionada? ¿O si un joven con una Go-Pro nos impacta inesperadamente? Si no contamos con un seguro básico, estos incidentes pueden derivar en problemas y gastos imprevistos.
Un seguro mínimo suele cubrir la evacuación en camilla o moto de nieve y el traslado en ambulancia hasta un centro hospitalario. Sin embargo, si la lesión requiere mayor atención o genera otros gastos, o un proceso de recuperación física, es posible que no todo esté incluido en el seguro contratado. En esos casos, los costos adicionales corren por cuenta del esquiador lesionado.
Los seguros más básicos en las estaciones de esquí cubren lo esencial: primeros auxilios en pista y evacuación al centro médico de la estación. Sin embargo, han proliferado seguros más completos que ofrecen coberturas mucho más amplias.

Por ejemplo, algunos seguros reembolsan el coste del forfait si se usa poco debido a un accidente. Imagina que te lesionas tras esquiar solo una hora un sábado por la mañana, teniendo contratado un fin de semana completo con hotel y forfait incluido. Estos seguros pueden compensarte por ese gasto de un servicio no concluído.
Otro punto crítico son los gastos hospitalarios, especialmente si nos encontramos en el extranjero, por ejemplo en Andorra, donde pueden ser muy elevados. Además, tras recibir atención médica, debemos regresar a casa, lo que plantea otro posible inconveniente: ¿quién nos llevará de vuelta si no podemos conducir?
En escenarios más complejos, como en el cantón alemán de Suiza, un intérprete podría ser imprescindible. Y si estamos en Austria, una repatriación seguramente no será económica.

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Algunos ejemplos prácticos y reales 5sg3o
A continuación, describo unos casos reales documentados por Intermundial.
Esquiadora sufre caída en estación de esquí del Tirol. Se le inmovilizó la rodilla en el centro médico de la localidad. Se le aplicó RX por posible rotura ligamento interior, y fue trasladada a la capital más cercana para hacer resonancia en hospital privado. A la vuelta, gracias a que tenía contratada la ampliación de rehabilitación, recibió 10 sesiones de fisioterapia. Todos los gastos valorados en 3.200 €.
Esquiador cae en estación de los Dolomitas, con el resultado de una fractura de tibia y peroné. Se organizó inmovilización y repatriación con acompañante para ser tratado en España. Se incluyeron todos los gastos médicos, más repatriación con acompañante, transporte hasta aeropuerto de salida, más la llegada, billetes y servicios no disfrutados a causa del accidente (hotel). Todos los gastos valorados en 2.000 € y fueron abonados.

Caída de un esquiador en una estación andorrana, con el resultado de una herida profunda y compleja en la rodilla que requiere valoración en hospital. Solo el coste de la ambulancia subía hasta los 200 €, a los que hubo que sumar gastos de consulta, diagnóstico, curas e inmovilización. Todos los gastos valorados en 3.200 €, fueron abonados.
También hay que considerar situaciones como el robo o la pérdida de material de esquí, o incluso de parte de nuestro equipaje en un aeropuerto. Por eso, muchos seguros incluyen coberturas específicas para estas eventualidades.
Además, cada vez es más común contratar seguros con responsabilidad civil, como ya es recomendable (u obligatorio) en países como Italia. Esto resulta útil en casos complejos, por ejemplo, si causamos un accidente en una pista de hielo donde nos deslizamos a gran velocidad y colisionamos con otro esquiador. ¿De quién sería la culpa? Ante situaciones como esta, contar con protección jurídica puede marcar la diferencia.

Elegir el seguro adecuado 49y5
Para evitar imprevistos, es importante analizar cada caso y elegir el seguro de esquí o snowboard que mejor se adapte a nuestras necesidades. Entre las prestaciones a considerar, destacan:
Ámbito territorial: Algunos seguros están limitados por países, mientras que otros cubren cordilleras completas. Hay seguros que cubren los Pirineos ses pero no los Alpes.
Actividades fuera de pista: Si practicamos esquí fuera de los dominios esquiables, es fundamental revisar las limitaciones del seguro, como la altitud máxima cubierta. Puede haber seguros que fijan como cota máxima los 5.000 metros.
Prevención y las directrices FIS: claves para esquiar con seguridad 3t536u
Antes de subir a un remonte o entrar en una pista balizada, conviene tener claras tres cuestiones básicas:
Contratar un seguro mínimo: Asegurarse de estar cubiertos en caso de rescates y accidentes.
Actuar con civismo y prudencia: Respetar las directrices de conducta FIS es esencial para minimizar riesgos.
Considerar un seguro de responsabilidad civil: Este tipo de cobertura puede ser obligatorio en el futuro, como ya ocurre en Italia.
Siguiendo estas recomendaciones, podremos disfrutar de la montaña con mayor tranquilidad, reduciendo al mínimo las posibilidades de accidentes o problemas. Eso sí, el riesgo cero no existe ni en la montaña ni en la ciudad.

¿Por qué contratar un seguro de esquí o snowboard? m2x6v
En resumen, contratar un seguro de esquí tiene muchos paralelismos con los seguros de coche, por razones como:
Por motivos económicos: Los accidentes de esquí pueden generar gastos elevados, al igual que los accidentes de tráfico.
Por la cobertura de riesgos adicionales: Al igual que un seguro de coche cubre robos o daños por vandalismo, los seguros de esquí pueden incluir pérdida de equipaje, enfermedad durante el viaje o repatriación.
Por los daños a terceros: Contar con un seguro de responsabilidad civil es cada vez más necesario.
Por lo tanto, al contratar un seguro para esquiar o hacer snowboard, asegúrate de que incluya evacuación, asistencia médica, reembolso del forfait y, en caso de viajar al extranjero, cobertura para repatriación o pérdida de equipaje.
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