La prestigiosa firma de arquitectos suizos Herzog & Meuron está liderando en Engelberg, Suiza, un significativo proyecto de renovación y expansión conocido como el Proyecto Titlis 3020. Con una inversión prevista de algo más de 100 millones de euros, esta iniciativa busca transformar y modernizar la actual infraestructura que ya hay ahí arriba desde los años '60, en uno de los destinos turísticos alpinos más populares del país e incluye una torre de telecomunicaciones.
Las instalaciones que actualmente se encuentra el visitante cuando baja del icónico teleférico Rotair son ya bastante viejas. Ubicadas en los 3.020 metros sobre el nivel del mar, se construyeron en 1967. Desde entonces todo ha cambiado enormemente. Desde los elementos de construcción, de aislamiento y de energía, por no hablar de comunicaciones, así que todo aquello se ha vuelto totalmente obsoleto y caro de mantener. Un asunto que además crea problemas por el creciente número de visitantes que ya alcanza entorno al millón de personas por año (sin contar esquiadores).
El proyecto tiene como objetivo reemplazar la antigua terminal de llegada y el restaurante con un nuevo edificio que acoga la estación del teleférico, una completa y moderna zona de restauración, un bar y otras áreas.
La salida del Rotair se modernizará totalmente con un edificio icónico
La finalización del Proyecto Titlis está programada para 2029. El pan incluye la ampliación de la torre de antena existente, añadiendo nuevos espacios que incluirán el citado bar, una zona para organizar eventos y una plataforma de observación accesible también para personas con algún tipo de discapacidad. Para entender las dimensiones de este nuevo edificio, hay que tener en cuenta que se está construyendo alrededor del actual, de manera que la estación de llegada sigue siendo operativa.
El nuevo edificio tendrá una superficie de 1.900 m2 dividido en más de cinco plantas. Sin duda es algo que se verá desde varios kilómetros a la distancia.
Herzog & de Meuron, conocidos por proyectos como el Estadio Olímpico de Beijing y la Filarmónica del Elba en Hamburgo, han diseñado un nuevo restaurante con dos volúmenes en forma de cruz que se insertan en la estructura de acero existente, creando una figura icónica reconocible desde lejos.
La construcción ha exigido fuertes desafíos al trabajar a más de 3.000 metros de altura, lo que lo complica todo. Por ejemplo, en caso de un incendio de grandes proporciones la evacuación sería muy complicada. Por eso se ha contratado a empresas especializadas que han diseñados simulaciones y planificación en situaciones de emergencia.
Los arquitectos conciben este proyecto como una oportunidad para desarrollar una arquitectura que no sea meramente funcional, sino que también ofrezca una alta calidad de estancia, mejore la sostenibilidad y la seguridad, y permita apreciar el paisaje.
La sostenibilidad es un pilar central del proyecto. Se implementa un concepto integrado que utiliza el agua gris excedente de los visitantes para producir nieve que se lanzará sobre el glaciar, contribuyendo a su protección y conservación con la intención de hacer frente a los veranos cada vez más suaves por el cambio climático.
Este sistema de producción de nieve produce calor. Pues bien, este calor residual del sistema de refrigeración se canzalirá para calentar los edificios. Un gran atrio interior en la estación de montaña funcionará como un invernadero, calentándose pasivamente gracias al sol para mantener una temperatura confortable que se estima en unos 15ºc, incluso con temperaturas exteriores externas de hasta -20ºC.
Los materiales que se usan para la construcción aislan totalmente de las condiciones meteorológocas externas, lo que permite reducir el esfuerzo para calentar aquellas instalaciones en plena temporada de esquí en invierno.
El objetivo de esta enorme inversión es doble: crear una infraestructura turística de alta capacidad aprovechando todos los elementos de sostenibilidad al alcance, demostrando que es posible construir y proteger al medio ambiente y además prepararse para las próximas décadas mejorando la experiencia del visitante en todo.
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El edificio Titlis 3020 visto desde el puente colgante de Titlis, mostrará una gran imponencia
