Probablemente si echas un vistazo a tu alrededor, no encuentres prácticamente ningún producto fabricado en los Estados Unidos. Aunque la empresa sea norteamericana, probablemente se haya hecho en algún país de Asia. Y el sector del esquí no se escapa a esta situación. Por ejemplo, allí no se fabrican botas ni fijaciones. Sí que hay alguna marca independiente que hace un puñado de tablas en la parte trasera de su tienda, pero suelen ser de gama alta o de freeride y freestyle.
K2 Skis es la única gran marca de esquís que queda con sede en los Estados Unidos, pero hace años que su material se lo hacen en China.
Para hacernos una idea de la situación, el mayor fabricante de esquís y tablas de snowboard en Norteamérica está en Canadá, y no lo conoce nadie. Se llama Utopie MFG. Ubicada en la pequeña población de St-Narcisse-de-Rimouski (Quebec), desde 2003 se dedica a fabricar todo el material de esas marcas independientes de los Estados Unidos. Una vez le ponen nombre a esas tablas, las mandan de nuevo a los talleres de estas pequeñas empresas, que sin embargo son muy populares entre los esquiadores de las Rocosas.

Un empleado de Utopie MFG, el mayor fabricante de esquís de norteamérica
Ahora los esquiadores en los Estados Unidos están preocupados por la fuerte subida de precio que se pueden encontrar en el material. Desde 2016 a todos los esquís por encima de los 800 dólares (antes solo a partir de 200$) se le aplica un arancel del 2,6%, y a las fijaciones el 2,8%. Las botas de esquí como no hay fabricantes, están exentas. Esto siempre y cuando el valor del producto no supere ese umbral de minimis de 800 dólares.
Cuando esta semana Donald Trump informó de los nuevos aranceles, anunció también la supresión de este minimis de 800 dólares a empresas chinas como Temu, Shein o Alibaba. Pero el Presdente ya advirtió que también prevé eliminar el minimus que tienen otros países, una vez que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, certifique que cuenta con el personal y los recursos necesarios para ello.
De confirmarse esto, a partir de ahora dependiendo de donde llegue el producto, la compra se puede disparar hasta un 30% si llega de Suiza o un 20% si es de la Unión Europea. La mayoría de marcas fabrican en nuestro continente (algunas en Austria, otras en la Europa del este e incluso quién hace encargos a Meditec, un fabricante en Tunez) por lo que nosotros no deberíamos notar cambios a futuro. Tampoco por la materia prima que se usa ya que tampoco viene de los Estados Unidos.
Y esa es otra de las preocupaciones, puesto que aunque las marcas decidiesen abrir fábricas en los Estados Unidos para no verse afectadas por los aranceles, se encontrarían con que igualmente deberían pagarlos para las materias primas necesarias para la fabricación. Aún así, algunos fabricantes de Estados Unidos afirman que es imposible suplir a los europeos. En una entrevista local, el CEO de Moment Skis (Reno, Nevada) hace un par de semanas afirmó que,
"no tenemos el mismo conocimiento histórico ni la misma aptitud de fabricación que una fábrica europea consolidada. Llevan el esquí en la sangre, y cuentan con instalaciones de fabricación especializadas, conocimientos y años de experiencia".
Marcas como Stöckli, que llevan unos años desde la pandemia, tratando de abrir mercado en los Estados Unidos, pueden verse afectadas por el 30% de aranceles que Donald Trump anunció ayer a Suiza. También los fabricantes de bolsas para botas y esquís deberán ver qué hacen, ya que la mayoría se hacen en Vietnam donde la istración americana va a aplicar un arancel del 46%.
Pero ojo, esto afecta también a otra parte de la industria como es la de remontes. Aunque Doppelmayr y Poma-Leitner tienen centros de producción en los Estados Unidos, la mayoría de veces ejercen de ensambladores de producto. Todas las piezas llegan en barco desde Europa, y tras un largo viaje por carretera llegan a sus sedes en las Rocosas para el acabado y envío al cliente.
Las estaciones de esquí que quieran comprar máquinas pisapistas lo tienen peor. Allí nadie fabrica este tipo de vehículos. Llegan totalmente montados al cliente desde Alemania o Italia.
Aún así, quedan muchas incógnitas sobre la mesa. La primera de ellas es si para el otoño, cuando los aficionados compran su material, los aranceles siguen ahí. Por otra si el minimis de 800 dólares se eliminará también a la Unión Europea.
¿Soluciones? Pues comprar antes de que eliminen ese minimis; esperar a ver si se llega a un acuerdo con los aranceles; o ir a comprar los esquís y botas a Canadá aprovechando un viaje a alguna de sus estaciones.
También se puede pensar en marcas locales que fabrican en los Estados Unidos y con materias primas del mismo país. Pero son modelos en general de caros de gama alta como Wagner o Meier Skis; o muy específicos como On3P, Icelantic, pasando por los de 'kilómetro cero' que fabrican con material muy local como por ejemplo Gilson Skis o Slant Skis.

El sector del esquí en Estados Unidos podría hacer aguas de aplicarse los aranceles previstor por Trump