Pal Arinsal busca reducir su dependencia del esquí facturando más en verano 2b2l46

Como ejemplo de lo complicado que es para las estaciones de esquí, tratar de buscar un modelo de negocio en verano que equivalga a lo de invierno tenemos a Pal Arinsal, en Andorra, con un gran recorrido en ofrecer actividades fuera de la temporada de esquí. Su gran apuesta fue la bicicleta de montaña, y hoy tiene el que para muchos es considerado como el mejor bikepark de península y Pirineos.

Se han diseñado trazados específicos para la bicicleta de montaña, se han montado módulos, saltos, peraltes, etc... y se ha acogido varias pruebas de la Copa del Mundo UCI de Mountain Bike para promocionar las instalaciones entre los aficionados a brincar por el monte sobre dos ruedas y al ritmo del pedal.

Pues bien, con todos estos esfuerzos, la facturación de verano apenas representa el 10% de la temporada de esquí. Entre las causas, que el bike park no es una instalación que pueda usar toda la familia, como sí pasa con las pistas en invierno. La estancias, sí las hay, suelen ser mucho más corta. No es habitual quedarse una semana para hacer bicicleta como sí se hace en invierno. Por otra parte, el material para mountainbike es bastante más caro que para esquiar o hacer snowboard.

De todas maneras para los responsables de Pal Arinsal, este 10% representa una cifra inimaginable hace unos años, y es un porcentaje que pocas estaciones de esquí en la península y pirineos pueden igualar (a excepción de Vall de Núria, donde hay más actividad en verano que en invierno).

Pese al notable éxito respecto a la competencia, no quieren quedarse aquí, y ahora han marcado un objetivo muy ambicioso: superar el doble de ese porcentaje hasta alcanzar el 25% de la facturación de invierno.

Se han puesto esta marca porque consideran que ya no están solos en esta lucha. Que Andorra entera se está orientando hacia un turismo de 365 días al año, lo que impulsa a que actualmente ya haya muchos más visitantes en verano que hace unos pocos años. Turistas que ahora puede captar Pal Arinsal directamente desde el propio país.

Los beneficios no solo se cuentan a nivel económico, sino social. Ya que con una buena afluencia en verano, se puede retener a una parte importante del personal que trabaja en temporada de esquí. Tras un breve descanso al acabar la campaña de invierno, se pueden incorporar de nuevo en primavera, cuando se vuelven a abrir las instalaciones de Pal Arinsal.

Esto se da principalmente en los puntos de restauración, que vuelven a abrir prácticamente todos los que están fijos. También en el alquiler, que se pasa del esquí a la bicicleta o incluso algún remontero ya que algunos de estos aparatos se vuelven a poner en marcha en verano, ya sea para subir las bicicletas como para acceder a zonas de senderismo en altura. Josep Marticella, Director General de Pal Arinsal, explicaba hace en la presentación de la temporada de verano, que

Con todo, Marticella reconoce que competir con la temporada de esquí es complicado. Un buen fin de semana de invierno, puede equivaler casi a toda la facturación de los meses de verano. Aún así, actualmente cuando se planifica alguna nueva instalación o mejora en la estación, ya se diseña pensando en que puede ser usado durante los 365 días al año.